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sábado, julio 03, 2010

FELICIDAD Y AGRADECIMIENTO

Hacía tiempo que no escribía en este blog. El trabajo me ha tenido entretenido en otros blogs mucho menos motivadores.
Pero hoy vuelvo a casa, porque me he sentido feliz y quería contarlo. Dónde mejor que en mi blog "Sé feliz".
¿Quiere esto decir que antes no me sentía feliz? No, no del todo. He pasado un año en la dirección de un Instituto. Forzado, teniendo que dejar la Orientación que me llena sobremanera. He estado de Director y creo que lo he hecho bien. Pero no quería estar. He estado rodeado de un Equipo humano excepcional y me he sentido a gusto, pero no quería estar. He tenido muy buena relaciones con las fAmilias, alumnado y profesorado... pero no quería estar.
Me han admitido la dimisión y... Soy feliz.
Voy a volver a las aulas, a estar con mis alumnas y alumnos; a tratar de enseñarles a aprender y aprender de sus vivencias. Voy a entregarme a ellos/as como siempre lo he hecho pero disfrutando.
Volveré a mi despacho de Orientación, compartiré espacio, trabajo, pensamientos, ilusiones, etc. con mi compañera María José y lo haré disfrutando.
De nuevo ante mí un futuro ilusionante. Marcado por el contacto con las personas y no, mayormente, con los programas de ordenador: aplicaciones o aplicativos o como demontres los quieran llamar.
De nuevo, yo... ilusionado. Eso es lo importante. Cuando se juntan las ilusiones, cuando afloran los sentimientos y se expresan las emociones y éstas son de felicidad, uno puede decir: soy feliz.

Gracias a todos/as los que han hecho posible que yo vuelva, aunque haya sido por cualquier motivación. Además, sé que ya he cerrado la puerta a esos menesteres y que, salvo que yo quisiera, y no quiero, no me voy a mover de la orientación.

1 comentario:

pepeballes dijo...

Bien, bien, y requetebién, bueno no sé si esta ultima
palabra es correcta pero me ha salido del alma.

De todo lo que he leído, la frase para mí que mas me
ha impactado es esta:

“DE NUEVO, YO... ILUSIONADO”

Ojala todos pudiéramos renunciar a esas tareas que por
obligación, nos restan tiempo y hasta ilusiones para
poder disfrutar de la vida como merecemos.

Me alegro enormemente que hayas sido capaz
de abandonar un puesto al que muchas personas
optarían encantados, pero que para ti era más
un lastre que una satisfacción.

Espero que ahora, con ese poco tiempo más libre,
del que tú eres el único administrador, puedas
compartirlo con lo que te apreciamos.

Pepe