El pasado domingo, 24 de octubre, tuve la suerte de poderme desplazar a Soria para visitar la Laguna Negra. El espectáculo estaba servido. El colorido del paisaje, el frescor de las aguas,la dureza de las rocas... todo ayudaba a experimentar una agradable sensación de bienestar. Y... cuando nos sentimos así de bien, producimos endorfinas y potenciamos nuestro sentimiento de felicidad.
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