Uno nunca muere mientras le recuerdan. Por eso aita y ama siguen vivos. Todos, todos los días los tenemos presentes en multitud de ocasiones. Somos lo que recordamos. Por eso somos mucho de aita y ama, porque están dentro de nosotros. Hoy hemos subido a Barrika y los hemos tenido allí con nosotros. Haciendo el camino que tantas veces han hecho ellos. Los hemos sentido, y en el rumor de las olas se oían sus voces. Os queremos.
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