Estos eran los primeros. Tras ellos/as venían más de cien piraguas y canoas. Algunas bien dirigidas por los palistas; otras se desplazaban caprichosamente a merced del viento, de las olas y de la inexperiencia de sus tripulantes. Para tener una idea más exacta de la bajada, se puede ver el pequeño vídeo que he sacado con la cámara de fotos.
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